Se elaboran en distintos lugares y se consumen sobre todo en las fiestas navideñas. En la repostería malagueña ocupan un lugar destacado estas rosquillas con sabor a vino y a anís, que se cocinan en el horno y se terminan cuando están frías, con azúcar en polvo. Aunque se pueden encontrar en algunas tiendas y pastelerías, los roscos de vino también se elaboran en muchos hogares, manteniendo viva la tradición de la repostería casera.
Tarta de manzana, receta clásicaPor Susana Baticón