La lenteja amarilla no lleva piel por lo que es mucho más fácil de digerir que la que sí la tiene. Además, tarda menos en cocerse y no necesita ponerla en remojo. La ponemos como base de esta original y colorida ensalada que lleva también puerro, pipas tostadas, beicon, semillas de sésamo y algunas hierbas aromáticas.
Alubias blancas guisadas con col y zanahoriaPor ¡HOLA! Cocina