La sandía está compuesta aproximadamente por un 92% de agua, lo que la convierte en una fruta muy hidratante e ideal para sofocar los calores veraniegos. Podemos incorporarlas en sopas frías como esta, que es una especie de gazpacho pero sin tomate y algo más ligera. Resulta de lo más refrescante y saludable. Se hace en muy pocos minutos y más fácil no puede ser. Además, esta fruta está llena de vitaminas y antioxidantes. La dulzura de la sandía se equilibra muy bien con el frescor del pepino, el toque cítrico del lima, el aroma inconfundible del ajo y el guiño de la guindilla verde fresca.
Salmón marinado casero: receta sencilla e ideal para NavidadPor Susana Baticón