El origen de este guiso mexicano se remonta a la época prehispánica. Se trata más bien de una sopa espesa -roja, verde o blanca) y muy sabrosa a a base de maíz, carne (generalmente cerdo, pero también puede ser pollo o ternera) y caldo. Se puede servir con lechuga picada, rábanos, cebolla, orégano seco, chiles, limón y tostadas. Aquí te traemos nuestra versión.
Ingredientes
- 1 kilogramo de costillas de cerdo cortadas en trocitos
- 500 gramos de maíz para pozole (suele venir en conserva)
- 1 unidad de cebolla
- 3 dientes de ajo
- 300 gramos de garbanzos cocidos
- sal
- aceite de oliva
Para la salsa
- 2 unidades de chiles guajillo desvenados
- 2 unidades de chiles anchos desvenados
- 3 dientes de ajo
- cebolla
- orégano mejor si es mexicano
- aceite de oliva
Para la guarnición
- cilantro
- rabanitos
- col morada
- lima
Preparación
La sopa
- En una olla con el agua echa la cebolla y los ajos pelados, la sal y poner al fuego para hervir.
- Tapa y cocina a fuego muy bajo durante 2-3 horas, pues la carne tiene que quedar muy tierna. Ve retirando la grasa e impurezas de la superficie de vez en cuando.
- Deja enfriar, saca la carne y retira la primera capa de grasa de la superficie.
La salsa
- Pon a remojo los chiles en agua caliente durante 30 minutos o hasta que estén muy tiernos. Quita todas las semillas y los rabitos.
- Échalos en el vaso de la batidora con el agua, la media cebolla, un poco de aceite, el orégano, los dientes de ajo y la cebolla y tritura hasta obtener una salsa suave.
- Vuelca en una cazuela y cocina esta salsa durante 45 minutos a fuego bajo.
Acabado y montaje
- Agrega la salsa al caldo inicial, deja hervir y añade la carne.
- A los 10 minutos, echa el maíz y los garbanzos y salpimenta.
- Sirve el pozolo con la col en tiras, rabanitos en láminas, cilantro fresco y cuñas de lima.
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