Un postre absolutamente irresistible para los amantes del chocolate que, además, ofrece una presentación de lo más vistosa. Su preparación es sencilla y triunfarás con los tuyos en esas ocasiones especiales en las que te apetece poner el broche dulce a un menú con algo diferente, refrescante y delicioso.
Ingredientes
- 12 hojas de gelatina neutra
- 1 litro de nata de repostería
- 200 gramos de chocolate negro
- 200 gramos de chocolate con leche
- 200 gramos de chocolate blanco
- frutos del bosque (arándanos negros, fresas, frambuesas...)
- macarons para decorar
Preparación
- Lavar la fruta, echarla en un recipiente y reservar en el congelador.
- Poner las hojas de gelatina a hidratar en agua fría.
- Forrar con papel de horno un molde rectangular de unos 20 x 12 cm.
- Dividir la nata en tres partes iguales.
- Mezclar un tercio con el chocolate negro al baño maría hasta que esté completamente disuelto.
- Añadir cuatro hojas de gelatina, remover hasta que se deshagan por completo y verter en el molde.
- Reservar en el frigorífico durante 15 min o hasta que esté ligeramente cuajada.
- Mientras, repetir la operación con el chocolate con leche y verter la mezcla encima de la capa anterior.
- Reservar nuevamente en el frigorífico y proceder de igual manera con el chocolate blanco.
- Taparla con un papel de plástico y conservar en el congelador durante, al menos, 4 h.
- Desmoldar, dejar reposar 15 min, colocar la fruta helada y los macarons por encima y servir.
- Truco: Para evitar que las capas se separen, hacer surcos ligeros con un tenedor en toda la superficie de la capa sobre la que vaya a añadirse la siguiente mezcla.
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