Papa 'bonita' con huevo poché y torreznos

Cocer la papa con el laurel y la pimienta. Cuando esté cocinada pelar y chafar (machacar) con un tenedor.

1. Cortar 8-10 lonchitas finas rectangulares de la tocineta (sin piel) de unos 3cm de largo. Cocinar al fuego en una sartén y dejar que vayan soltando grasas y tomen una textura crujiente.
2. Sacar los torreznos, reservarlos. Colar el aceite por otro lado y reservar.

En una sartén, cocinar la cebolla, añadimos luego los pimientos, que vayan pochando también. Continuamos con el ajo y el pimentón (sin que se queme). Le añadimos el caldo de cochinillo, reducimos y trituráremos. Colaremos y reservaremos.

1. Poner agua en una olla y cuando llegue el punto de ebullición, retiramos del fuego y añadimos el huevo. Tapamos la olla y lo dejamos 2 minutos.
2. Un truco a la hora de pochar el huevo es echar un poquito de vinagre en la olla con agua, para que la clara no se desparrame.
3. Una vez pasados los dos minutos ya tendremos el huevo listo. Lo sacamos con cuidado, lo 'rebozamos' con panko (pan rallado japones) y los freímos en abundante aceite, retiramos con cuidado (con ayuda de un colador) y reservamos.

Mezclar y emulsionar todos los ingredientes hasta conseguir una mayonesa.

Pondremos un poco del aliño en una sartén. Añadimos la patata chafada. Salpimentamos. Calentamos y la vamos trabando todo con cuidado, sumando más salsa (aliño) y el aceite de la cocción de los torreznos hasta conseguir una textura similar a la de las patatas revolconas.

1. En primer lugar, disponemos en la base las patatas revolconas. A continuación vamos disponiendo los torreznos por encima. Sumamos tres o cuatro puntos de mayonesa de pimentón (con ayuda de un biberón será más sencillo).
2. Por último sumamos el huevo poché rebozado en panko. Sírvete para ello de una cuchara grande en lugar de coger el huevo con las manos (su interior es líquido y debemos manejarlo con cuidado para que no se rompa). Decorar con unos brotes de guisante.
3. Una servido el plato, romperemos el huevos y dejaremos que la yema líquida 'resbale' por el resto de ingredientes.