Este formato de postres es lo mejor si no dispones de mucho tiempo y tienes que improvisar algo sencillo y rico para tomar al final de una comida o una cena. Porque lo único que hay que hacer es montar la nata con azúcar y un poco de vainilla -no te olvides de que esté bien fría antes para que suba bien-. Luego se trata de mezclar en unos vasitos unos trozos de bizcochos soletilla, unas fresas y un poco de cacao en polvo.
Buñuelos de manzana: la receta de la abuelaPor Susana Baticón