La remolacha amarilla es una variante de este tubérculo, con un sabor ligeramente más dulce que el de la remolacha roja. Vamos a emplearla para hacer esta rica crema a la que daremos un punto crujiente sumándole unos garbanzos que cocinaremos previamente al horno. La nata final nos ayudará a aportar mayor cremosidad.
Sopa de pollo, pasta y verduras, receta reconstituyentePor Susana Baticón