Gin tonic en copa ancha

Cómo hacer el gin tonic perfecto

Sigue siendo uno de los combinados estrella. La fórmula es sencilla: ginebra, tónica, hielo y un toque de limón. Este es el gin tonic de toda la vida y te enseñamos a prepararlo

10 min
fácil
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El gin tonic tiene su ciencia. Si, el gin tonic perfecto nunca será una copa llena de botánicos, hojas, palos, frutas, bayas, semillas, ni demás 'vainas' (a veces puede parecer una frutería o un huerto). Hablamos de un cóctel sobrio y seco, como lo es la ginebra, uno de los principales ingredientes para preparar un buen gin tonic.

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Y cuando un trago está hecho con una ginebra y una tónica de calidad, bien preparados, no necesita de muchos adornos. También son importantes las medidas, el hielo y, por supuesto la copa o vaso en los que vas a servir este popular cóctel que no pasa jamás de moda. Hay numerosas alternativas para elegir tanto el famoso destilado como el refresco con burbujas y quinina. Es una opción que se toma como copa, después de comer o cenar, a media tarde e, incluso, en el aperitivo. Y, siempre, siempre, prepáralo con cariño, otro de sus ingredientes más importantes, como todo en la vida. ¡Disfruta de tu gin tonic perfecto!

Leer más: Las mejores ginebras para preparar un gin tónic

Un mal vaso o copa, mal gin tonic

La ginebra es un destilado aromático y buena parte de su éxito reside en que pueda expandirse junto a la tónica para ofrecer sus mejores matices gustativos y aromáticos. Hace dos décadas en España se usaba el vaso de tubo para los combinados. En un vaso estrecho la ginebra no es capaz de abrirse y mostrar todas sus posibilidades. ¿La mejor opción?: la copa de balón o, en su defecto, un vaso ancho, de los de sidra.

La temperatura es muy importante

Aunque es recomendable que la ginebra esté fría, esto no es lo más esencial. Pero sí es importante enfriar la copa el vaso desde el primer momento. La clave está en que el gin tonic se mantenga el máximo tiempo a la menor temperatura posible. Se deben dejar los cubitos en la copa al menos unos minutos y escurrir el agua sobrante antes de servir la ginebra y la tónica.

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Usa hielo compacto y de buena calidad

En ocasiones hay bebedores de gin tonic que despliegan una gran parafernalia respecto a la calidad ‘ultrapremium’ de la ginebra y la tónica, sublimes cáscaras de cítricos, botánicos selectos y copas de cristal fino. Pero para alcanzar la excelencia resulta fundamental contar con un hielo de calidad. Es preferible el cubito compacto y macizo, ya que mantendrá el frío durante más tiempo sin deshacerse. Además, el hielo ha de estar hecho con agua de calidad, no del grifo ya que el cloro puede ‘matar’ el sabor del combinado. A veces los hielos que podamos conseguir en casa, en nuestro congelador, no estarán a la altura de nuestro gin tonic.

© Adobe Stock

Hay que usar un hielo de calidad y el mejor es el cubito compacto y macizo, ya que mantendrá el frío durante más tiempo sin deshacerse.

Es importante elegir buenos ingredientes

En función del tipo de gin tonic que queramos preparar deberemos elegir una ginebra y otra, pues las hay secas, florales, frutales o herbáceas, entre algunas otras. Y hay diferencias importantes que varían mucho el sabor final. Y, de la misma forma, la tónica, como su compañero básico, es otro de los ingredientes de peso en la mezcla, definiendo con anterioridad si quieres un cóctel más dulce, más seco o más aromático, con un nivel de carbónico más o menos alto.

Cada ginebra está formada por botánicos diferentes que le confieren sabores y aromas característicos. Por ejemplo, hay ginebras con un marcado sabor a enebro, mientras que hay otras que gozan de un toque mediterráneo con aroma a lavanda, romero y/o tomillo. Otras tienen más marcados los cítricos. Aquí entra el gusto de cada uno pero a nosotros nos gustan más las ginebras cítricas y más secas.

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El gin tonic se recomienda servirlo en una copa de balón o en un vaso ancho para que la mezcla se expanda.

Estas son las medidas del gin tonic perfecto

La ginebra especialmente, en su justa medida. El gin tonic ‘perfecto’ debe contar con un equilibrio entre la cantidad de ginebra y la de tónica. Así, se recomienda una parte de ginebra por dos partes y media de tónica (5 cl de ginebra por cada 20 cl de tónica). Después, hay que mezclar ligeramente con una cucharilla de cóctel -lo de deslizar la tónica sobre la cuchara es poco higiénico y no sirve nada más que para perder parte del carbónico-. De nada servirá 'cargar' el gin tonic de ginebra, porque no disfrutarás de la misma manera y arruinarás tu combinado por el exceso de alcohol.

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Los elementos aromáticos justos

Nosotros huimos de esas mezclas que parecen macedonias o huertos. Somos partidarios del limón, la lima, la naranja o el pomelo como elementos para aromatizar y quizás de alguna baya como el enebro o el cardamomo. Pero no somos talibanes y entendemos que el aderezo final depende del gusto de cada uno y puede ser de lo más variado: fresas, pétalos de rosa, pepino, regaliz o un toque de jengibre. Tú eliges, pero con cabeza y respetando el aroma de la ginebra que te sirve de base, pues ella será quien marque todos y cada uno de tus pasos.

Por último, dale siempre unos segundos de reposo a tu gin tonic, deja que terminen de mezclarse todos los aromas y sabores ¡Disfruta cada sorbo y no lo olvides drink in moderation!Cómo hacer el 

Ingredientes

PARA HACER UN GIN TONIC PERFECTO
  • 60 mililitros de ginebra
  • 200 mililitros de tónica
  • 1 rodaja de lima
  • hielo en cubitos
  • enebro opcional, una o dos bayas

Preparación

CÓMO PREPARAR UN GIN TONIC PASO A PASO

  1. El gin tonic perfecto se prepara directamente en el vaso, no en coctelera. Lo primero que tenemos que hacer, por tanto, es elegir la copa o vaso donde lo serviremos. Elige una copa de balón o un vaso ancho, de tipo sidra, lo importante es que tenga suficiente capacidad como para que quepan todos los ingredientes de forma desahogada. Sobre todo, recuerda: servir un gin tonic en pleno siglo XXI en vaso de tubo debería estar castigado con penas de cárcel.
  2. En segundo lugar, pondremos el hielo en la copa. En muchas ocasiones nos fijamos mucho en la ginebra elegida o en la marca de tónica, y nos olvidamos del hielo… cuando es un ingrediente fundamental. Un mal hielo dará al traste con la mejor de las ginebras. Un gin tonic es un trago largo y reposado, que invita a la conversación. Por eso, debemos elegir un hielo compacto y grande, para que no se deshaga y agüe nuestra copa. Olvídate de las hieleras de la nevera. Añade una buena cantidad de hielo… por lo menos 5 o 6 piezas.
  3. Parte una rodaja entera de limón o de lima y ésta, a su vez, en dos medias lunas. Con una de ellas, frota suavemente el borde la copa -también se hace solo con la cáscara- y exprime unas gotas de su zumo en el interior. Coloca la otra media luna en el interior.
  4. Ahora, sirve la ginebra para un gin tonic. La cantidad oscilará entre los 50 y los 60 mililitros, dependiendo de cada ginebra. Pero ni una gota más ni una menos.
  5. Por último, incorpora la tónica. En muchas ocasiones se sirve la tónica dejándola caer por la cucharilla trenzada. Es un error. Esto solo lleva a que se rompa la burbuja y la tónica pierda el gas. Lo mejor es servir la tónica suavemente, directo desde su botellín o lata.
  6. Ahora sí, con la cucharilla trenzada o con un palito de coctelería, da un cuarto de vuelta a la copa, no más, para que se integren los ingredientes.

Cómo presentarlo de forma perfecta

  1. Sirve tu gin tonic perfecto inmediatamente. Puedes ponerle algún trozo o cáscara de limón o de lima.
  2. No necesita ningún adorno más. Como mucho, una o dos bayas de enebro. ¡Y aquí tienes el gin tonic perfecto!