Un revuelto es una preparación sencilla pero hacerlo bien tiene su técnica. Se busca un resultado cremoso y huir de que el huevo quede demasiado cuajado porque se seca. Una de las grandezas de esta elaboración es que casa bien con cualquier ingrediente. El huevo es un comodín con el que se pueden hacer multitud de platos. Nos decantamos por un revuelto al que le ponemos espinacas, piñones y un poco de queso rallado.
Garbanzos con espinacas: la receta más sencilla y tradicionalPor Susana Baticón