Esta es una de las múltiples recetas que hay para preparar mejillones. Hay que limpiarlos escrupulosamente para después abrirlos con un poco de agua y vino. Una vez que los tengamos así, los cubrimos de una mezcla de pan rallado, queso parmesano, ajo, perejil y zumo de limón y los gratinamos en el horno. ¡De las cosas más sencillas que existen y a la vez más ricas!
Cocina fácil: los muslos de pollo al horno que siempre salen bienPor Susana Baticón