El queso provolone se produce en el norte de Italia. Resulta ideal para fundir y esta forma, en cazuela y fundido, es una de las más habituales para prepararlo. Además, le vamos a añadir unas verduras previamente pochadas, como berenjena, tomate y pimiento rojo. ¡Un entrante delicioso que hay que comer recién hecho para que el queso esté completamente fundido!
Ingredientes
- 300 gramos de queso provolone
- 1 unidad de berenjena
- 1 unidad de tomate
- tomate
- 1 diente de ajo
- aceite de oliva virgen extra
- sal
Preparación
- Lava la berenjena, el pimiento rojo y el tomate y córtalos en dados medianos.
- Pocha los 3 en una sartén con aceite de oliva y sal. Escurre bien para que estén libres de grasa.
- Precalienta el horno a 180 grados.
- Pela el ajo y frota el fondo y los bordes de una cazuela de barro con él.
- Coloca en la cazuela el provolone, rallado o en una rodaja.
- Añade las verduras pochadas a la cazuela.
- Introduce en el horno y déjalo hasta que veas que el queso se ha fundido y tiene un color ligeramente dorado.
- Saca con cuidado de no quemarte y llévalo rápidamente a la mesa.
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