Asar hortalizas al horno es una buena forma de sacarles partido, pero cuando se trata de piezas de gran tamaño como la coliflor o el repollo, la manera de verlas cambia radicalmente. Este repollo asado con guindilla fresca se cocina en grandes cuñas que se doran y se cortan en filetes ya en el plato. El repollo preparado así resulta suculento y muy sabroso, más aún si se prepara al dente, sin que se ablande demasiado. Si no te gusta el picante, puedes sustituir la guindilla por ajo. Da un golpe a dos dientes de ajo para que se rompan, elimina la piel y embadurna las cuñas de repollo con el ajo. Añade los ajos al horneado para que aporten todo su sabor. Si el ajo tampoco te convence, espolvorea un poco de nuez moscada con cuidado de no pasarte, porque es muy potente. ¡Buen apetito!
Cocina fácil: los muslos de pollo al horno que siempre salen bienPor Susana Baticón