Este plato de fama internacional tiene sus orígenes en las regiones del norte de Italia, Piamonte, Lombardía y Veneto, ya que gracias a sus fértiles tierras y a la introducción del cultivo del arroz, crearon esta deliciosa y emblemática receta. El secreto de un buen risotto está en emplear la variedad adecuada, en primer lugar. Y después, los españoles debemos cambiar el chip, si en la paella una vez que añadimos el arroz y el caldo ya no se toca ni se remueve, para hacer un buen risotto hay que remover constantemente, para que se libere el almidón y lo vaya absorbiendo el caldo.
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¿Cuál es la historia del risotto?
Parece ser que esta forma de cocinar el arroz con caldo se remonta al siglo XVI y a mediados del siglo XIX, Lombardía lo extendió por todo el norte de Italia. La palabra risotto procede de riso, que es como llaman los italianos al arroz. Con el tiempo, la fórmula básica se fue enriqueciendo y se añadieron otros ingredientes como vino blanco, queso, mantequilla, azafrán en algunos casos, -esta especia aportación por parte de la burguesía...-. Hoy, junto a esos elementos, se agregan otros como setas, mariscos, pollo, verduras, etc.
El risotto se extendió a gran escala desde Milán a principios del siglo XX con una receta que hoy es muy popular en esta ciudad italiana a base precisamente de arroz, queso Grana Padano, azafrán, cebolla, mantequilla, vino blanco y caldo, risotto alla milanese.
Consejos para hacer risotto
El risotto debe quedar cremoso, y no caldoso, es lo más característico de este plato, aquí tienes algunos tips para conseguir el mejor resultado.
- La mantequilla y el queso parmesano le aportan cremosidad y sabor a este plato.
- Elige como variedades de arroz para hacer risotto entre arborio, carnaroli o vialole nano.
- Un sofrito de cebolla o chalota aporta más sabor al plato.
- El caldo ha de estar caliente antes de añadírselo al arroz y lo tienes que ir integrando poco a poco.
- Hay que removerlo constantemente para que el arroz vaya soltando el almidón, durante unos 15-20 minutos, y logremos la textura mantecosa propia del risotto.
- El arroz debe quedar al dente, es decir, ligeramente firme en el centro.
- Puedes añadir hierbas aromáticas, como laurel, tomillo, romero, etc.