Aprovechamos la temporada del bonito del norte, que finaliza en septiembre, para hace este plato cántabro. Es muy similar al marmitako, pues lleva patatas y bonito, pero se diferencia de éste en que no suele llevar ni tomate ni pimiento choricero -aunque nosotros le pondremos un poco de salsa de tomate para darle color-. Es un guiso marinero que no puede ser más suculento.
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