Estos bocaditos son absolutamente irresistibles para cualquier goloso: el crujiente del hojaldre, el sabor a vainilla y canela, la cremosidad del interior... Un dulce que puede funcionar tanto como postre para un almuerzo o cena en una ocasión especial, o como alternativa para una merienda de verdadero capricho, acompañado por una taza de té o café.
Ingredientes
- 2 láminas de masa de hojaldre
- 40 gramos de mantequilla
El relleno
- 4 hojas de gelatina neutra
- 750 mililitros de leche
- 1 vaina de vainilla
- 1 rama de canela
- 6 yemas de huevo
- 150 gramos de azúcar
- 40 gramos de harina de maíz
- 250 mililitros de nata de repostería
Decorar
- 3 cucharadas de azúcar glas
- 1 cucharada de canela en polvo
Preparación
- Poner las láminas de hojaldre en papel antiadherente y pinchar con un tenedor la superficie.
- Derretir la mantequilla y pincelar con ella las láminas.
- Hornear 15 min o hasta que comiencen a dorarse.
- Sacar del horno y dejar enfriar.
El relleno
- Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
- Poner en un cazo a fuego medio la leche con la vaina de vainilla abierta y la rama de canela y llevar a ebullición.
- Por otro lado, batir las yemas con el azúcar hasta que estén espumosas, añadir la harina, verter sobre la leche caliente y remover a fuego lento, sin dejar de hacerlo, con cuidado de que no hierva. Retirar del fuego, desechar la vaina de vainilla y la rama de canela y agregar la gelatina bien escurrida.
- Remover hasta que esté completamente disuelta.
- Montar la nata y, cuando la crema comience a gelificarse, echar la nata, mezclar y poner sobre una de las láminas de hojaldre.
- Tapar con la otra, alisar por los laterales y refrigerar durante al menos 3 h.
- Pasado este tiempo, sacar del frigorífico y partir con cuidado en 15 porciones.
Presentación
Espolvorear el azúcar glas y un poco de canela en polvo.
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