Lo más complicado de esta navideña receta -y en realidad no lo es tanto- es hacer los volovanes -que es cortar el hojaldre con 2 moldes de distinto tamaño-. Luego los horneamos y los rellenamos con una cremosa bechamel a la que ponemos queso rallado y unos champiñones en conserva -que no necesitas ni saltear previamente-.