La tarta más espectacular de queso fría con violetas y arándanos

1. Pon las galletas en el vaso de una batidora y tritúralas.
2. Derrite la mantequilla en el microondas y mézclala con las galletas y añade una cucharada de esencia de vainilla.
3. Incorpora esta mezcla en un molde redondo aplastando bien para dejarla plana.
4. Mete el molde en el frigorífico durante unos 40-50 minutos.

1. Pon en remojo las hojas de gelatina en agua fría durante unos minutos hasta que se ablanden.
2. Echa la leche y el queso crema en un cazo para que se funda y remueve bien con una varilla para evitar grumos.
3. Escurre las hojas de gelatina e incorpóralas al cazo, disuelve bien con la varilla y retira del fuego.
4. Con unas varillas eléctricas monta la nata, que debe estar fría igual que el recipiente.
5. Incorpora a la nata la mezcla del cazo con movimientos envolventes y mucho cuidado para que no baje mucho.
6. Saca el molde con la base de galletas de la nevera, agrega la mezcla anterior y deja que se cuaje en la nevera durante 3 horas.

1. Muele en la picadora o en el robot de cocina los caramelos de violeta.
2. Hidrata las hojas de gelatina con agua.
3. Pon el agua en un cazo en el fuego y agrega el polvo de violetas y las 3 hojas de gelatina.
4. Remueve bien todo con unas varillas para que no se formen grumos.
5. Saca el molde de la nevera y añade la mezcla anterior por encima de la crema de queso.
6. Devuelve a la nevera y no saques la tarta hasta que pasen 2 horas como mínimo.

1. Lava bien los arándanos y échalos en un cazo.
2. Incorpora el azúcar, el agua y el zumo de limón, pon a fuego hasta que hierva.
3. Baja el fuego y deja hervir hasta que espese.
4. Tritura, cuela y deja que se enfríe.

Saca la tarta de la nevera, corta en porciones y sirve con la salsa y unos arándanos frescos.