Reconfortante, calentita... qué rica es una crema de calabaza cuando las temperaturas empiezan a descender. En este caso aprovecharemos la propia cáscara de la calabaza para convertirla en original 'sopera' y serviremos en su interior una crema de lo más apetecible. Además de la imprescindible calabaza, incluiremos también entre los ingredientes un poco nata y mantequilla para aportar untuosidad.
Crema de puerros y garbanzosPor Susana Baticón