El champiñón es el hongo comestible más común en la cocina. De cultivo, los más famosos son los blancos o los Portobello. Con una mezcla de ambos preparamos el relleno de unos canelones, que cubrimos con salsa bechamel y queso rallado para gratinar en el horno.
Ingredientes
- 16 unidades de láminas de canelones
- 1 unidad de cebolla
- 2 unidades de puerro
- 400 gramos de champiñones blancos
- 400 gramos de champiñones Portobello
- queso rallado
- sal
- pimienta blanca
- aceite de oliva virgen extra
Para la bechamel
- 1 litro de leche
- 75 gramos de harina
- 75 gramos de mantequilla
- sal
- nuez moscada
Preparación
- Preparamos la bechamel echando la mantequilla en una cazuela o sartén al fuego.
- Agregamos la harina y rehogamos.
- Vamos añadiendo la leche, poco a poco, sin dejar de remover para que no se formen grumos.
- Echamos sal y nuez moscada y dejamos que se cocine unos minutos a fuego lento.
- Pelamos y picamos la cebolla y el puerro.
- Limpiamos los dos tipos de champiñones y los picamos también.
- Echamos aceite en una sartén y pochamos la cebolla y el puerro.
- Incorporamos los champiñones, sal y pimienta y cocinamos hasta que estén blandos.
- Cocemos las placas de canelones en un cazo con agua hirviendo y sal el tiempo que indique el fabricante en el envase.
- Escurrimos la pasta, la secamos y la rellenamos con la mezcla de champiñones y verduras.
- Precalentamos el horno a 180 grados.
- Colocamos los canelones en una bandeja, los cubrimos con la bechamel y espolvoreamos con el queso rallado.
- Introducimos en el horno durante 20 minutos y gratinamos 10 más para que se tueste el queso.
- Sacamos con cuidado del horno y ya tenemos nuestros canelones listos para servir.
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