La salsa Mornay se hace mezclando una bechamel sin grumos con queso rallado, tipo Gruyère, o parmesano en polvo y yema de huevo. Se sirve con huevos, pollo, pastas, carne asada o verduras pero también es ideal para gratinar todo tipo de platos. Nosotros la vamos a mezlar con unas espinacas cocidas.
Ingredientes
- 500 gramos de espinacas
- 1 litro de leche
- 40 gramos de mantequilla
- 40 gramos de aceite de oliva
- 80 gramos de harina
- 1 unidad de yema de huevo
- 50 gramos de queso rallado
- nuez moscada
- sal
Preparación
Salsa 'Mornay'
- Calienta la leche en un cazo.
- En una sartén o en un cazo grande, añade la mantequilla y el aceite hasta que se derrita y tuesta la harina hasta obtener una mezcla fina y perder el sabor a crudo.
- Añade, poco a poco, la leche caliente, removiendo sin cesar con una cuchara de madera para que no se formen grumos.
- Incorpora la sal y la nuez moscada y vuelve a poner al fuego sin parar de remover durante 10 min, hasta obtener la textura deseada.
- Sin dejar de remover incorpora el queso parmesano rallado para que se funda bien.
- Sigue removiendo y cocinando la salsa a fuego lento hasta obtener una crema bastante untuosa. Si ves que queda muy densa, añade más leche.
- Retira del fuego y deja templar para añadir la yema de huevo removiendo hasta que se integre bien.
Acabado
- Cuece las espinacas en una cazuela con agua hirviendo y sal durante unos 5 minutos y escurre bien.
- Mezcla las espinacas con la salsa 'Mornay' y sirve directamente o añade un pelín de queso rallado más y gratina.
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