Asar pimientos es de las cosas más sencillas que hay y el resultado es perfecto para preparar todo tipo de ensaladas. En la mayoría de las ocasiones encontrar pimientos asados de calidad envasados o en conserva no es una tarea fácil por eso nos gusta mucho más prepararlos en casa. Conseguiremos una textura y un sabor infinitamente mejor al ya envasado. Los mejores son los grandes, morrones, suelen ser más dulces, más carnosos y más sabrosos. Es importante que todos los pimientos que vayamos a asar sean del mismo tamaño o parecido para que se hagan todos por igual y no nos queden unos más hechos que otros. Si consigues ese tostado exterior, bien con el grill del horno o bien con un soplete o fuego de leña o gas, el resultado es espectacular. Una vez asados, se pelan y se cortan en tiras para ponerlos, también, como guarnición de otros platos. Aprovecha el jugo que sueltan para los aliños. Y para conservarlos y utilizarlos cuando mejor te venga, una vez asados y pelados mételos en la nevera en botes de cristal con aceite de oliva. Te aguantarán hasta un mes en perfectas condiciones. Pero silos quieres utilizar durante todo el año, puedes aprovechar para asar grandes cantidades y después meterlos en botes esterilizados cubriéndolos con aceite de oliva de calidad. Después ponlos al baño maría, hirviendo durante al menos 20 minutos. De esta manera tendrás unas estupendas conservas caseras disponibles para cualquier ocasión.
Gambas al ajillo: receta fácil y deliciosaPor Susana Baticón