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Yemas de Santa Teresa con azafrán

Name: Yemas de Santa Teresa con azafrán
Prep time: 50 min
Cook time: 50 min
Total time: 50 min
Yield: 30 portions
Ingredients: 100 mililitros de agua; 10 hebras de azafrán; 12 unidades de yemas de huevo grandes; 200 gramos de azúcar blanca; 1 trozo de piel de limón sin la parte blanca; azúcar glas para rebozar las yemas

50 min

medio

30 porciones

¡HOLA! Cocina

Preparar unas Yemas de Santa Teresa al estilo de nuestras abuelas no es sencillo, pero tampoco extremadamente complicado. Además de las yemas de huevo, azúcar y zumo de limón, esta receta lleva unas hebras de azafrán, que aportan al postre un toque muy especial.

Ingredientes

100 mililitros de agua
10 hebras de azafrán
12 unidades de yemas de huevo grandes
200 gramos de azúcar blanca
1 trozo de piel de limón sin la parte blanca
azúcar glas para rebozar las yemas

Preparación

En primer lugar, pon al fuego un cazo con los 100 ml de agua, las 10 hebras de azafrán, el azúcar y la piel del medio limón. Deja que cueza a fuego medio hasta formar un almíbar a punto de hebra fina, es decir, un almíbar que se rompa con facilidad si dejas que escurra por una cuchara. Retíralo del fuego antes de que coja color, y resérvalo.
Procede ahora a batir las yemas, y cuando estén bien batidas, pásalas por un colador. Ahora vas a mezclar el almíbar con las yemas. Para ello, deja que caiga lentamente, y bate a medida que se va mezclando con con las yemas para que ligue.
Una vez que te haya quedado bien ligadito, vierte la mezcla en un cazo, ponlo al fuego y espera una media hora a que la mezcla se espese, mientras sigues batiendo. La temperatura del fuego tiene que ser baja, para que no se te pegue.
Cuando todo esté listo, lleva la mezcla a un nuevo recipiente y deja que se enfríe. Pasado el tiempo necesario, es el momento de dar forma a las yemas. Para ello, unta tus manos en aceite vegetal, coge una pequeña cantidad de la mezcla y, con delicadeza, forma con ella una pequeña bola, que rebozarás en el azúcar glasé. Repite el proceso hasta que hayas hecho tantas bolitas como te permitiera la mezcla.
Para finalizar, pon las bolas en cápsulas de papel. Si no tienes, colócalas sobre un trocito de papel de cocina, y mételas con cuidado en la nevera. ¡Solo te queda elegir momento de servirlas!

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