El rábano se presta a hacer con él sopas frías, pero también calientes como esta. Tiene un sabor particular, con toque amargos, frescos y picantes y aunque no es un producto de gran consumo, te animamos a que lo incluyas en tu dieta por sus propiedades saludables, sobre todo cuando está de plena temporada, entre los meses de mayo y septiembre.
Ingredientes
- 500 gramos de rábanos
- 1 unidad de puerro
- 1 unidad de chalota
- 1 litro de caldo de verduras
- 1 cucharadita de miel
- 1 chorrito de vinagre de jerez
- sal
- pimienta blanca
- aceite de oliva virgen
- menta
Preparación
- Lava, seca y corta los rábanos en cuartos. Reserva 2 para decorar al final.
- Pela y pica finamente el puerro y la chalota y póchalos en una cazuela con un poco de aceite hasta que estén blanditos.
- Añade los rábanos, salpimenta y cocina unos minutos más.
- Cubre las verduras con el caldo y cuece aproximadamente 15 minutos hasta que se ablanden.
- Retira del fuego, tritura con la batidora hasta obtener una crema homogénea y cuélala para obtener una textura más ligera.
- Corta en láminas muy finas los rábanos restantes y saltéalos un minuto con un poco de aceite en una sartén caliente.
- Agrega la miel, cocina un minuto más, retira del fuego y sazona la crema con un chorrito de vinagre y sal.
- Sirve la sopa caliente con unas láminas de rábanos aliñados y decora con hojas de menta.
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