Aunque la manera más tradicional de preparar las rosquillas es freírlas en una sartén, podemos también hacerlas al horno. No nos engañemos; no es que de pronto se conviertan en una receta ‘light’, pero este método de elaboración sí que ayudará a restar calorías, dado que evitaremos la fritura.
Ingredientes
- 2 huevos
- 400 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar
- 125 mililitros de aceite de oliva
- 125 mililitros de anís
- 10 gramos de levadura química
- azúcar (para espolvorear)
- canela (para espolvorear)
Preparación
- Colocar en un recipiente amplio un huevo con el azúcar y mezclar bien. Añadir el aceite y el anís y volver a mezclar.
- Colocar en otro recipiente la harina junto con la levadura. Ir añadiendo poco a poco, por tandas, la harina en el recipiente donde habíamos mezclado el huevo con el azúcar, el aceite y el anís. Amasar primero con varillas o un tenedor y después a mano hasta obtener una masa homogénea.
- Una vez hecha la masa, ve tomando porciones y ve dándoles forma de rosquilla (o bien formando ‘churros’ gruesos con la masa, y uniendo por los extremos, o bien haciendo pequeñas bolas y hundiendo el dedo en el centro para hacer el característico agujero). Intenta que queden más o menos del mismo tamaño y regulares, evitando que por unas zonas resulten más gruesas y por otras más estrechas.
- Coloca papel de horno en una bandeja amplia y ve disponiendo sobre ella las rosquillas sin amontonarlas.
- Bate el otro huevo y unta con él la parte superior de las rosquillas.
- Hornea a 180º durante 30 minutos aproximadamente.
- De manera opcional, puedes decorar espolvoreando sobre las rosquillas una mezcla de azúcar y canela en polvo. Otra opción bastante vistosa sería decorar con unas hojitas de menta.
© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.