La leche frita es uno de esos postres de toda la vida cuya receta pasa de generación en generación y al que no hace falta cambiar nada, ni añadir, ni modernizar, porque así, tan humilde como es, resulta delicioso. Y aunque como todo, puedes disfrutarlo en cualquier época del año, es durante la época de Carnaval, de Cuaresma y Semana Santa cuando la leche frita cobra más protagonismo. Su origen es algo incierto aunque todo apunta a que procede de zonas castellanas de Palencia y Valladolid aunque también hay quien dice que su origen está en el País Vasco. Sus ingredientes básicos son harina, azúcar, huevo, leche y canela, de los que resulta una suave masa que, una vez reposada, se fríe en aceite. Un postre sencillo, humilde y sobre todo delicioso.
Buñuelos de manzana: la receta de la abuelaPor Susana Baticón