caldo pollo© Libro Cocina en olla exprés

Cómo preparar un delicioso caldo de pollo en olla exprés en tan solo 15 minutos

Preparar un caldo de pollo casero nunca fue tan fácil y rápido. La olla exprés se convierte en la herramienta perfecta para lograr un caldo lleno de sabor, nutritivo y rápido.

35 min
fácil

Preparar un buen caldo de pollo al estilo tradicional requiere tiempo, pero si estás corto de horas o necesitas una solución rápida, la olla exprés es tu mejor aliada. Este método no solo acelera el proceso, sino que también intensifica los sabores, permitiendo extraer lo mejor de cada ingrediente en cuestión de minutos, sin renunciar al resultado del caldo casero.

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¿Qué necesitas para hacer un caldo de pollo delicioso?

La base es sencilla: piezas de pollo con hueso (alas, muslos o carcasa), vegetales frescos como zanahoria, apio, cebolla y un par de dientes de ajo, junto con hierbas aromáticas como laurel, tomillo o perejil. ¿El toque especial? Un poco de jengibre o cúrcuma para un perfil más moderno y saludable.

Trucos para conseguir un caldo de pollo perfecto

    1.    Sella el sabor: Antes de añadir agua, sofríe ligeramente el pollo y las verduras en la olla exprés con un chorrito de aceite de oliva. Esto potencia el sabor.

    2.    Añade los líquidos y las especias: Cubre los ingredientes con agua, ajusta la sal y coloca las hierbas y especias al gusto.

    3.    Tiempo perfecto: Cocina a presión durante 15-20 minutos dependiendo la olla que tengas. Una vez que la olla pierda presión, cuela el caldo y estará listo para disfrutar.

¿Por qué elegir la olla exprés?

No solo reduce el tiempo de cocción, sino que también mantiene mejor los nutrientes y sabores de los ingredientes. Además, es ideal para quienes desean un caldo rico y aromático sin pasar horas en la cocina.

Perfecto como base para sopas, guisos o simplemente para disfrutar solo, el caldo de pollo en olla exprés es un básico que siempre debes de tener en tu nevera.

Ingredientes

  • 2 unidades de carcasas de pollo
  • 2 unidades de contramuslos de pollo o 1/2 pollo
  • 1 unidad de cebolla
  • 1 unidad de puerro
  • 3 unidades de zanahoria
  • 2 ramas de apio
  • 1 hoja de laurel
  • 2 litros de agua
  • 2 cucharaditas de sal

Preparación

  1. Pela y limpia las verduras. Corta las que sean más grandes, como el apio o el puerro, por la mitad para que quepan en la olla más holgadamente. Resérvalas.
  2. Limpia el pollo de cualquier resto de vísceras que pudiese tener y resérvalo.
  3. Echa en la olla exprés todos los ingredientes y añade el agua y la sal.
  4. Pon la olla a fuego fuerte, sin tapar, hasta que el agua comience a hervir.
  5. A medida que hierva, irá apareciendo espuma en la superficie. Retírala con una espumadera hasta que el agua quede limpia y cierra la olla.
  6. Cuando salgan los dos anillos de presión, baja el fuego al mínimo y deja cocer durante 15 minutos.
  7. Pasado ese tiempo, retira la olla del fuego y deja que se enfríe por sí misma y pierda presión hasta que bajen los dos anillos.
  8. Cuando puedas abrir la olla, retira la tapa. Pon la olla destapada al fuego y deja cocer otros 10 minutos.
  9. Después, retira la olla del fuego y deja enfriar el caldo a temperatura ambiente.
  10. Una vez que se haya enfriado, retira el pollo y las verduras y cuela el caldo sobre un recipiente.
  11. Mete el caldo en el frigorífico y déjalo reposar unas cuantas horas, preferiblemente toda la noche. De esta forma, la grasa se solificará en la superficie y podrás retirarla más fácilmente, dejando así un caldo limpio de grasa. Para que quede perfecto, pásalo por un colador de malla muy fina o una muselina que te ayude a eliminar cualquier impureza que hubiera quedado.

Notas

  1. Si quieres un caldo más espeso, tritura parte de las verduras con una batidora y añádelas al caldo antes de ponerlo en el frigorífico.
  2. Una vez desgrasado el caldo, puedes congelarlo; así lo tendrás listo cuando lo necesites para preparar una deliciosa sopa o enriquecer cualquiera de tus platos.
  3. El pollo utilizado para el caldo puedes deshuesarlo y añadirlo a una sopa de pollo. También puedes congelarlo una vez frío y así tenerlo listo para utilizarlo en diferentes preparaciones.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.