Aunque las 'focaccias' más habituales son saladas, también existen versiones dulces como esta, que puedes tomar igual como entrante que como postre. Hacemos la masa casera y le añadimos rodajas de manzana, unos trocitos de queso Camembert y un poco de miel. Decoramos con unas semillas de sésamo.
Ingredientes
- 250 gramos de harina
- 50 gramos de azúcar blanca
- 1 pizca de sal
- 12 gramos de levadura de panadería prensada
- 2 unidades de huevo
- 50 gramos de mantequilla
- 5 cucharadas de leche tibia
- 2 unidades de manzana
- 75 gramos de queso camembert ( 1 rodaja en redondo)
- 1 puñadito de semillas de sésamo
- 4 cucharadas de miel
Preparación
- Derrite la mantequilla y bátela con los 2 huevos.
- Incorpora en un bol la harina, la sal y el azúcar y haz un hueco en el centro.
- Echa la levadura desmenuzada en el centro y la mezcla de huevo y mantequilla derretida.
- Mezcla bien y cuando tengas una masa homogénea, vuelva sobre la encimera enharinada.
- Amasa durante 10 minutos o hasta que veas que está suave y elástica.
- Envuelve la masa con papel film y deja que repose durante 1 hora en un sitio cálido y seco.
- Precalienta el horno a 200ºC.
- Estira la masa con las manos y colócala en una bandeja rectangular engrasada con aceite o mantequilla
- Lava, seca y corta las manzanas en cuartos primero y luego en láminas.
- Coloca las láminas de manzana encima de la masa y en el centro pon la rodaja de queso.
- Echa la miel por encima y añade las semillas de sésamo.
- Hornea durante unos 20 minutos a 190 grados y saca cuando veas que se ha dorado tu 'focaccia' de manzana y queso.
- Deja templar ligeramente, desmolda ¡y voilá, la tienes lista para comer!
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