Esta receta le da una vuelta de tuerca a las tradicionales tartas saldas de verduras, mezclando el sabor intenso de un queso azul con el suave y dulce de una pera en rodajas, además de incluir unos cuantos ramilletes de brócoli y un puñado de nueces. Si quieres, puedes añadirle aún más queso, espolvoreando por encima cualquier queso rallado para gratinar o, incluso, en polvo.
Ingredientes
- 1 rama de brócoli bien grande
- 1 unidad de pera
- 80 gramos de queso azul
- 3 unidades de huevos
- 100 mililitros de nata para cocinar
- 1 puñado de nueces
- pimienta negra
- nuez moscada
- 1 lámina de masa quebrada (pasta brisa)
Preparación
- Precalentamos el horno a 200 ºC.
- Lavamos bien nuestro brócoli y le retiramos el tallo, cortando los ramilletes en pequeñas porciones. Lo cocemos en una cacerola con agua, contando aproximadamente unos 10 minutos desde que el agua empiece a hervir.
- Escurrimos bien y le damos un golpe de agua fría. Reservamos.
- Lavamos y pelamos en rodajas muy finas nuestra pera. Desmenuzamos el queso azul.
- Engrasamos un molde apto para horno con un poco de aceite y extendemos nuestra masa quebrada. Metemos en el horno, por arriba y por abajo (si tenemos función ventilador, mucho mejor) durante unos diez minutos.
- Mientras, en un bol grande, batimos los huevos, añadimos la nata para cocinar, salpimentamos y, por último, agregamos el queso azul. Hay que intentar que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para que su integración sea más sencilla.
- Colocamos los ramilletes de brócoli y las rodajas de pera por toda la masa y, a continuación, vamos cubriendo los huecos con nuestra mezcla anterior. Intentamos dejar las peras en la superficie.
- Horneamos a 180 ºC durante 30-40 minutos aproximadamente, hasta que veamos que el huevo ha cuajado al pinchar con un tenedor.
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