Los suflés son perfectos para tomar, en versión reducida, como aperitivo calentito. Te proponemos esta modalidad que lleva zanahoria y queso gorgonzola. Es muy sencillo y relativamente rápido de elaborar y como recomendación, sí te aconsejamos hornearlo casi en el momento para que esté caliente e hinchado.
Ingredientes
- 500 gramos de zanahoria
- 100 gramos de queso gorgonzola
- 3 unidades de huevo
- 50 mililitros de leche
- 20 gramos de harina
- 20 gramos de mantequilla
- sal
- pimienta
Preparación
- Pela las zanahorias, corta en rodajas y cuece en agua hirviendo con sal durante 25 minutos.
- Escúrrelas y tritura con un poco de agua de la cocción para obtener un puré espesito.
- Precalienta el horno a 180 grados.
- Separa las yemas de las claras de los huevos.
- Funde la mantequilla y añade la harina para rehogar; ve añadiendo la leche poco a poco y removiendo, a fuego suave, para hacer una bechamel y salpimenta.
- Incorpora el queso gorgonzola y mezcla bien.
- Retira del fuego para que pierda temperatura y añade las yemas de huevo.
- Monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal.
- Mezcla la bechamel con el puré de zanahoria y, por último, incorpora las claras mezclando con movimientos envolventes.
- Engrasa unos moldes individuales con un poco de mantequilla y espolvorea una pizca de harina.
- Rellena con la mezcla y mételos en el horno durante unos 15-20 minutos a 180 grados.
- Sirve inmediatamente los suflés.
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