Este postre a base de frutas es una auténtica 'delicatessen' dulce y muy tradicional que prescinde del vino, pero se especia con nuez moscada, canela, clavo y vainilla. La mezcla es deliciosa. Se cuece todo a fuego lento, de ahí el tiempo de preparación, y el plato se disfruta siempre templado. El resultado es un bocado de textura agradecida, blandita y con un aroma que impregnará toda tu casa. Es uno postre perfecto para mantener ese espíritu navideño de antaño en estas fiestas.
Poke bowl con tofu, alga nori y aguacatePor Susana Baticón