Lo más trabajoso de esta receta es conseguir una pasta casera fina y firme, sin que se nos llegue a romper a la hora de cocerla. Pero, una vez dominada esta parte, el resto será muy fácil. El aceite de albahaca se consigue infusionando un rato antes las hojas de albahaca con aceite de oliva y el pesto de espárragos es tan sencillo como mezclar y triturar. Créenos, merece la pena ponerse manos a la obra con esta receta que hemos encontrado en el libro 'Yoga Kitchen' y con el que podemos disfrutar de un plato de pasta sin remordimientos.
'Fetuccine' AlfredoPor Susana Baticón