Con esta receta tendrás pan casero y, si consigues organizarte, recién hecho para desayunar o merendar. Es suave, esponjoso y de sabor dulce. Perfecto para que tus hijos lo rellenen de su fiambre favorito y llevárselo al colegio o para tostarlo y untarlo con mantequilla y mermelada. Además, en porciones individuales.
Sándwich de aguacate, rúcula y huevo a la planchaPor Susana Baticón