Este pequeño pastel, que tiene su propio festival a 40 minutos de Biarritz (Francia), es también uno de los postres más tradicionales de la cultura gastronómica del País Vasco, donde inicialmente se rellenaba de frutas -como higos y ciruelas-, pero que su modernización le ha llevado a endulzarse con una densa crema pastelera.
Ingredientes
Para la masa
- 300 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar blanca
- 1 unidad de huevo
- 3 unidades de yemas de huevo
- 200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 unidad de limón
- 1 cucharadita de café
- 1 pizca de sal
Para la crema pastelera
- 250 mililitros de leche
- 50 gramos de harina
- 50 gramos de azúcar blanca
- 2 unidades de huevos
- 2 unidades de yemas de huevo
- vainilla natural
Preparación
- Precalentamos el horno a 180 ºC con calor por arriba y por abajo.
- Lavamos bien el limón y rallamos su piel. Reservamos.
- Empezamos a trabajar la masa, colocando la harina en una superficie lisa y limpia, en forma de corona.
- Batimos el huevo y lo añadimos a la corona anterior, junto con dos de las yemas de huevo, la levadura, el azúcar, la pizca de sal, la mantequilla a temperatura ambiente cortada en pequeños dados y la ralladura de la piel de limón.
- Trabajamos la masa hasta que esté bien lisa, hacemos una bola con ella, la cubrimos con papel 'film' transparente y la dejamos reposar, al menos, un par de horas en el frigorífico.
- Para la crema pastelera, calentamos la leche con la media vaina de vainilla.
- En un bol, ponemos el azúcar, las dos yemas de huevo junto con los dos huevos enteros bien batidos. Blanqueamos la mezcla con una cuchara de madera.
- Espolvoreamos la harina y añadimos la sal. Después agregamos la leche caliente sin dejar de remover.
- Vertemos la mezcla en una cazuela y la calentamos a fuego suave, muy lentamente y sin dejar de remover. La crema debería espesar. Retiramos, seguimos removiendo y esperamos a que se enfríe.
- Transcurridas las dos horas de reposo de la masa en la nevera, engrasamos un molde con un poco de mantequilla.
- Dividimos la masa en dos partes, una de 2/3 de tamaño y otra de 1/3. Extendemos ambas piezas sobre una superficie lisa y enharinada con ayuda de un rodillo.
- Colocamos la pieza más grande como base del molde, dejando que sobresalga por los bordes, vertemos la crema fría y, por último, cubrimos con la pieza de masa más pequeña, a modo de tapadera. Unimos los bordes de ambas masas con pequeños pellizcos.
- Con la yema de huevo que teníamos reservada, batimos y pintamos la masa, dibujando con un tenedor la decoración que más nos guste.
- Horneamos entre 30-35 minutos, cuando veamos que se ha dorado su capa superior. Retirar y dejar que se enfríe.
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