Una forma muy original de servir este famoso pollo a la parmesana es en un cuenco junto con la guarnición que más te guste. En este caso hemos optado por berenjena salteada y una ensalada de rúcula. Lo mejor de este plato es que también funcionará a la perfección con los más pequeños de la casa, que son auténticos amantes del pollo rebozado. Sírvelo en cualquier cena si quieres una apuesta segura. ¡Repetirás y repetirán!
Ingredientes
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 1 unidad de berenjena grande cortada en rodajas finas
- 1 taza de albahaca fresca
- 1 unidad de cebolla picada en daditos
- 3 unidades de tomates en daditos
- 1 cucharada de vinagre de vino tinto
- 50 gramos de queso parmesano
- 1 taza de panko
- harina
- 2 unidades de huevos
- 4 filetes de pollo grandes
- queso mozzarella rallada
- 60 gramos de rúcula
Preparación
- Calentamos 1 cucharada de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Cocinamos la berenjena en rodajas durante 2-3 minutos por cada lado o hasta que esté dorada y tierna. Reservamos en un plato.
- Mientras tanto, cortamos finamente más o menos la mitad de la albahaca. Mezclamos la albahaca picada, la cebolla, el tomate, el vinagre y 2 cucharaditas de aceite en recipiente pequeño. Reservamos.
- Precalentamos el horno a 200º con ventilador. Cubrimos la bandeja del horno con papel para hornear.
- Rallamos el parmesano y lo reservamos. Lo mezclamos con el panko en un plato y en otro plato colocamos la harina.
- Batimos los huevos y 1 cucharada de agua en un plato poco profundo.
- Salpimentamos los filetes de pollo y comenzamos a enharinarlos. Luego los mojamos en el huevo batido y, por último, los pasamos por el panko. Reservamos en un plato.
- Calentamos el aceite restante en una sartén a fuego medio-alto. Freímos el pollo durante 3 a 4 minutos por cada lado o hasta que esté dorado y los introducimos en la bandeja del horno ya preparada. Espolvoreamos mozzarella por encima y horneamos durante 5 minutos o hasta que el queso se haya derretido.
Presentación
- Mezclamos parmesano rallado, la albahaca restante, el vinagre y el aceite en los cuencos de servicio. Troceamos el pollo y lo colocamos junto a la berenjena en el centro de la ensalada de rúcula.
- Acompañamos con unas cucharadas de tomate, cebolla y albahaca picada, y... ¡a disfrutar!
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