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Calamares a la romana crujientes por fuera y jugosos por dentro© Johnson, Hugh

Calamares a la romana tiernos y jugosos

Con su crujiente rebozado dorado y su tierno interior, estos calamares ala romana son una delicia irresistible.

15 min
fácil
4 comensales

Los calamares a la romana son un clásico de la gastronomía española que ha conquistado paladares en todo el mundo. Además, es uno de los rellenos estrella del bocadillo más castizo, y también una de las raciones más consumidas en los restaurantes, bares y chiringuitos de nuestro país. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo se hacen, por qué se llaman así y cuáles son los secretos para que te salgan perfectos? Aquí te lo contamos todo.

Por si no lo tienes claro, los calamares a la romana son anillas de calamar rebozadas y fritas, tradicionalmente acompañadas de limón y a veces de una salsa alioli o mayonesa. Aunque su preparación es sencilla, el resultado es espectacular si sigues nuestras recomendaciones. Pero antes, seguro que quieres saber su origen así que aquí tienes un poco de historia. 

¿Por qué se llaman calamares “a la romana”?

El nombre “a la romana” tiene su origen en la técnica de rebozado que se asemeja a la empleada en la cocina italiana, especialmente en Roma. Este tipo de rebozado, que consiste en una mezcla de harina y huevo, crea una cobertura ligera y crujiente que es clave para este plato. Aunque hay muchas teorías, la más aceptada es que los cocineros españoles adoptaron y adaptaron esta técnica, cada uno dándole su toque personal.

Trucos para unos calamares a la romana perfectos:

  1. El calamar fresco es clave: Aunque puedes usar calamares congelados, los frescos siempre darán un mejor resultado en cuanto a textura y sabor.
  2. Secar bien los calamares: La humedad es el enemigo de un buen rebozado. Asegúrate de secar bien las anillas antes de pasarlas por el rebozado.
  3. La temperatura del aceite: Freír a la temperatura correcta (alrededor de 180 ºC) es crucial. Si el aceite está demasiado frío, los calamares absorberán demasiado aceite y quedarán grasientos. Si está demasiado caliente, se quemarán por fuera y quedarán crudos por dentro. 
  4. Poco a poco: Es mucho mejor freír en tandas pequeñas. Esto asegura que el aceite mantenga una temperatura constante y que los calamares se cocinen de manera uniforme.
  5. La harina: La harina de trigo común es perfecta para esta receta. Sin embargo, otros prefieren usar harina de arroz o una mezcla con fécula de maíz para un rebozado aún más crujiente, o incluso harina de garbanzos.

Ingredientes

  • 2 unidades de calamares
  • 150 gramos de harina de trigo
  • 1 cucharadita de levadura en polvo
  • agua
  • sal
  • aceite de oliva
  • 1 unidad de huevo

Preparación

Para los calamares a la romana

  1. Limpia bien los calamares si no lo están ya. Asegúrate de que estén secos antes de empezar a rebozarlos. Puedes secarlos con papel de cocina para eliminar el exceso de humedad. Este paso es muy importante si quieres que no salten al freirse.

Para el rebozado

  1. Bate el huevo en un bol y agrega la levadura, la harina y un poco de sal. Mezcla bien con una varilla para obtener una pasta sin grumos ni muy espesa ni muy líquida.

Para la fritura

  1. En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva limpio a fuego medio-alto. La temperatura ideal es de unos 180 ºC.
  2. Pasa las anillas de calamar por la pasta y sacude el exceso. No queremos un rebozado grueso.
  3. Fríe los calamares en pequeñas tandas para evitar que la temperatura del aceite baje demasiado. Fríelos hasta que estén dorados y crujientes, aproximadamente 2-3 minutos por tanda.
  4. Usa una espumadera para retirar los calamares a la romana y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Presentación

  1. Sirve los calamares a la romana inmediatamente, acompañados de rodajas de limón y, si lo deseas, una salsa alioli o mayonesa al gusto.