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salmorejo sandia adobe© Adobe Stock

Salmorejo de sandía

15 min
fácil
4 comensales

La sandía es una fruta muy completa porque cuenta con gran cantidad de minerales, vitaminas y antioxidantes. Debido a que está compuesta en su gran mayoría por agua, es perfecta para evitar la deshidratación en los meses más calurosos del año. Y, además, ¡tiene muy pocas calorías! Así que no hay excusas para que la incluyas en platos como el salmorejo, con el objetivo de refrescarte, al tiempo que te cuidas.

Ingredientes

  • 500 gramos de tomates maduros
  • 500 gramos de sandía
  • cebolla
  • pimiento rojo
  • 1 diente de ajo
  • 100 gramos de pan con mucha miga (del día anterior)
  • 50 mililitros de aceite de oliva virgen extra
  • 15 mililitros de vinagre
  • 1 pizca de sal

Preparación

  1. En primer lugar, para comenzar con esta receta, lava bien los tomates y córtalos en trozos medianos. Quita la parte superior de cada uno de ellos donde se encuentra el pedúnculo. Ponlos en el vaso de la batidora.
  2. El siguiente paso es cortar la sandía y quitar las pepitas. Posteriormente, añade los trozos de sandía a la batidora.
  3. Para continuar, pela la cebolla y córtala en trozos pequeños. Del mismo modo, pela el diente de ajo y quita la parte del centro. Pon estos dos ingredientes en el vaso de la batidora junto con los tomates y la sandía.
  4. Ahora, lava el pimiento rojo y quita todas las semillas. Corta en trozos pequeños y agrega todo al vaso de la batidora.
  5. Echa el aceite, el vinagre y la sal. Bate todo durante unos minutos hasta que estén todos los ingredientes bien integrados.
  6. Para quitar los grumos y pepitas que hayan podido quedar, pasa la mezcla por un chino o un colador y, luego, vuelve a ponerla en el vaso de la batidora.
  7. Para terminar con la receta de salmorejo de sandía, únicamente te faltará añadir el pan en trozos y volver a mezclar hasta que esté todo bien batido.
  8. Mete el salmorejo en el frigorífico el resultado durante al menos un par de horas.
  9. Sírvelo con unos trocitos de sandía ¡y listo!