Se pueden hacer bases para la pizza de lo más variadas, originales y sorprendentes. En lugar de la clásica, apostamos en esta receta por una que lleva plátano macho, harina de garbanzos y huevo, perfecta para celíacos. Por encima, la cubrimos con trocitos de carne adobada, tomates cherry y pepino y la acompañamos con un poco de 'ricotta'.
Ingredientes
- 1 unidad de plátano verde macho
- 1 unidad de huevo
- 1 diente de ajo
- 1 cucharada de levadura de cerveza
- 2 cucharadas de harina de garbanzos
- pepino
- 4 unidades de tomates cherry
- 100 gramos de ricotta sin gluten
- 1 chorrito de zumo de limón
- 1 pizca de ajo seco molido
- 100 gramos de carne adobada tipo la que se usa para pinchos morunos
- sal
- pimienta
- orégano
Preparación
- Precalentamos el horno a 180 grados.
- Ponemos en un cuenco el plátano pelado y machacamos con la ayuda de un tenedor.
- Agregamos el huevo y mezclamos muy bien procurando que no queden grumos gruesos.
- Añadimos el diente de ajo picado finamente, la levadura, la harina de garbanzos, sal, pimienta y un poco de orégano y mezclamos todo muy bien.
- Forramos una bandeja de horno con papel sulfurizado y extendemos la masa sobre ella hasta que quede lo más fina posible.
- Horneamos entre 12 y 15 minutos hasta que esté seca y dorada.
- Lavamos y secamos el pepino y los tomates; el primero lo cortamos en daditos y los segundos en cuartos.
- Picamos la carne y la doramos en una sartén con una gota de aceite.
- Sacamos la pizza del horno y echamos la carne cocinada y los tomates y volvemos a hornear 10 minutos a 200ºC.
- Cuando la tengamos lista, espolvoreamos los daditos de pepino y la mezcla de 'ricotta'.
- ¡Llevamos a la mesa!
© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.