Estas alitas de pollo con tomillo y romero son todo una cierto que siempre apetecen. Son crujientes y sabrosas, tienen todo el sabor del campo gracias a las hierbas frescas y resultan fáciles y rápidas de hacer. Solo hay que tener la previsión de preparar el adobo con anterioridad, pero incluso se puede dejar hecho la noche anterior. ¡Pruébalas!
Ingredientes
- 1 kilogramo de alitas de pollo
- 2 unidades de limón su zumo y su ralladura
- 1 cucharadita de tomillo seco
- 1 cucharadita de romero seco
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de vinagre balsámico
- sal
- pimienta negra
- aceite de oliva para freír
- 1 diente de ajo
- 3 ramas de tomillo fresco
- 3 ramas de romero fresco
Preparación
- Para hacer estas alitas de pollo con tomillo y romero, lo primero que haremos es preparar un adobo donde las alitas deben reposar al menos un par de horas antes de cocinarlas.
- Ponemos en un bol el zumo del limón junto con su ralladura. Añadimos el tomillo y el romero picados, el aceite de oliva virgen extra y el vinagre balsámico. Mezclamos bien para que se integren.
- Salpimentamos las alitas ya partidas y perfectamente limpias y las metemos en el bol con la marinada.
- Movemos bien para que se integre todo y las alitas queden bien impregnadas.
- Tapamos con film y dejamos reposar en la nevera durante al menos 2 horas, pero sí es más tiempo, no hay ningún problema.
- Mientras, podemos ir aromatizando el aceite en el que luego freiremos las alitas.
- Acercamos una sartén al fuego con abundante aceite y, en frío, ponemos en su interior las ramas de tomillo y romero frescas y el diente de ajo.
- Mantenemos al fuego sin dejar que el aceite tome mucha temperatura. En cuanto veamos que salen muchas burbujitas, bajamos el fuego. Lo mantenemos así durante 15 minutos.
- Pasado este tiempo, retiramos las ramas y el ajo del aceite.
- Sacamos las alitas de pollo de su marinada y escurrimos.
- Calentamos el aceite al fuego, pero ésta vez sí que hemos de esperar a que esté bien caliente antes de poner las alitas.
- Freímos por tandas, para que no baje la temperatura del aceite y hasta que estén bien tostaditas, que es el secreto para que queden bien crujientes.
- A medida que vayan estando las vamos sacando a un papel de cocina absorbente.
© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.