Alitas de pollo al horno con patatas rústicas

1. Limpiamos perfectamente las alitas de pollo de restos de grasilla. Si quieres puede optar por partirlas en dos, aunque en esta ocasión nosotros hemos optado por dejarlas enteras, sin la punta, eso sí. Sí que conviene romper con las manos la articulación que une las dos partes de la alita para que después sea más sencillo de comer.
2. Salpimentamos generosamente las alitas y las colocamos en una fuente apta para horno.
3. Pelamos las patatas y las partimos en trozos de tamaño medio y de forma irregular, para que queden más rústicas.
4. Los salpimentamos y los colocamos también en la fuente, cubriendo los huecos entre las alitas.
5. Lavamos el limón y lo partimos en rodajas que colocamos también en la fuente.
6. Rompemos el laurel en varios trozos y los añadimos a la fuente.
7. Ponemos varias ramitas de tomillo enteras y, además, añadimos más tomillo, pero solo las hojas.
8. Regamos con un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra.
9. Tapamos nuestra fuente con papel de aluminio y metemos en el horno, que ya debe estar precalentado a 200°C.
10. En total deberá estar en el horno unos 40 o 45 minutos. Los primeros 20 minutos cocinaremos el pollo y las patatas tapadas, para que no se tuesten demasiado, pero después retiramos el papel aluminio y continuamos la cocción. Si durante el horneado la fuente se quedara muy seca, regamos con una pizca de vino blanco.

Servimos inmediatamente nuestras Alitas de pollo al horno con patatas rústicas y terminamos con unas escamas de sal. ¡A disfrutar!