Los platos clásicos y las elaboraciones tradicionales están más de moda que nunca. Y estas alitas de pollo al ajillo resultan infalibles por muchas razones: están exquisitas, el ajillo funciona a las mil maravillas con las alitas, tan sabrosas. Y sobre todo porque son rápidas y fáciles de hacer. ¡Toda la familia se chupará los dedos!
Ingredientes
- 1200 gramos de alitas de pollo
- 4 dientes de ajo
- 4 dientes de ajo para aromatizar el aceite
- 4 ramas de perejil fresco
- aceite de oliva virgen
- sal
- pimienta negra
- 2 hojas de laurel
- harina
- 100 mililitros de vinagre de vino blanco
- 500 mililitros de caldo de pollo
- 100 mililitros de vino dulce
Preparación
- Para hacer estas alitas de pollo al ajillo comenzaremos por limpiar perfectamente las alitas y partirlas en dos, desechando la punta, si es que no lo han hecho ya en la pollería por nosotros al comprarlas.
- Salpimentamos las alitas y los pasamos ligeramente por harina. Reservamos.
- Pelamos los ajos y los picamos finitos. Lavamos el perejil, lo secamos ligeramente con la ayuda de un papel de cocina y lo picamos. Reservamos.
- Acercamos una sartén al fuego con un buen chorro de aceite y ponemos dentro, con el aceite aún frío, los ajos enteros y sin pelar que tenemos reservados para aromatizar.
- Los cocinamos hasta que la piel esté bien tostadita. En ese momento los sacamos del aceite con una espumadera y los desechamos.
- Incorporamos las alitas de pollo al aceite y freímos hasta que estén bien tostadas por todos los lados.
- Sacamos las alitas a un plato y retiramos de la sartén prácticamente todo el aceite.
- Volvemos a poner la sartén, ya desgrasada, al fuego e incorporamos de nuevo las alitas y el vinagre de vino blanco.
- Cocinamos un minuto e incorporamos el ajo picado, el laurel y el caldo de pollo.
- Dejamos cocer las alitas a fuego vivo hasta que se haya evaporado todo el caldo.
- En ese momento añadimos el vino blanco y el perejil picado y dejamos que de otro hervor durante unos minutos, hasta que se evapore el alcohol.
Presentación:
Sirve tus alitas de pollo al ajillo inmediatamente, bien calientes, y acompaña con una buena ración de patatas fritas. Puede que no se deba abusar de los fritos… pero un día es un día.
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