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Quiche Lorraine

60 min
fácil
4 comensales

Quiches y tartas saladas hay muchas, pero la más conocida y clásica es la quiche Lorraine. Se trata de una tarta originaria de la región francesa de Lorena, al noreste del país, ya frontera con Alemania. Quizá de ahí su nombre, puesto que la palabra ‘quiche’ proviene del término germano ‘kuchen’, que significa tarta. Esta receta, con su nombre original, surgió en el siglo XVI. En su origen, no se rellenaba más que con huevos y nata. El bacón, característico de la receta actual, no llegaría hasta el siglo XIX.

Ingredientes

  • 200 gramos de harina
  • 100 gramos de mantequilla
  • 1 huevo
  • 4 gramos de sal
  • 1 cucharadita de azúcar blanca
Para el relleno:
  • 500 mililitros de crême fraîche
  • 100 gramos de bacón o panceta ahumada
  • 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • pimienta negra
  • nuez moscada
  • sal
  • 3 huevos

Preparación

  1. Para hacer esta quiche Lorraine, lo primero que tenemos que hacer es la masa. Para ello, tamizamos la harina sobre un bol amplio. Tamizar no es más que pasar la harina por un colador de trama fina, tamiz o cedazo, para que quede más suelta y aireada.
  2. Añadimos al bol de la harina la mantequilla fría partida en dados como de un centímetro mas o menos y comenzamos a mezclar hasta obtener una masa arenosa.
  3. Añadimos la sal, la pizca de azúcar y el huevo y seguimos mezclando y amalgamando hasta conseguir una masa lisa y homogénea.
  4. Damos forma a la masa de bola, cubrimos con film y dejamos reposar durante una hora aproximadamente en el frigorífico para que la masa se asiente y tome cuerpo.
  5. Mientras tantos, vamos con el relleno. Para ello, picamos el bacón o panceta ahumada en tiritas. Reservamos.
  6. Pelamos la cebolla y la picamos en brunoise fina, es decir, en daditos menudos.
  7. Acercamos una sartén al fuego con un hilito de aceite de oliva virgen extra y pochamos la cebolla a fuego suave.
  8. Cuando comience a transparentar, lo que le llevará unos 5 minutos, incorporamos el bacón y cocinamos hasta que esté doradito. Reservamos.
  9. En un bol, batimos ligeramente los huevos.
  10. Añadimos la creme fraîche, salpimentamos al gusto y mezclamos hasta que queden todos los ingredientes integrados.
  11. Añadimos el bacón y la cebolla a la mezcla de huevos y creme fraîche. Reservamos.
  12. Estiramos la masa con un rodillo sobre la encimera ligeramente enharinada hasta dejarla de un grosor como de medio centímetro aproximadamente.
  13. Cubrimos el molde que hayamos elegido con la masa. La forma más fácil de cogerla sin riesgo de que se roma es ayudándonos con el propio rodillo. La enroscamos sobre el rodillo y la desenroscamos de nuevo ya sobre el molde.
  14. Ajustamos la masa bien a los bordes, apretándola un poco en los laterales y pinchamos el fondo con un tenedor.
  15. Metemos en el horno, que ya debe estar caliente a 180°C, y horneamos durante 10 minutos. Para que la masa no suba ni se deforme, le ponemos peso. Lo más habitual.
  16. Como no se trata de una masa hojaldrada que durante el horneado sube y crece, no es necesario ponerle peso, aunque si horneamos la base de la quiche lorreine con unos garbanzos secos que actúen como contrapeso, tampoco pasa nada. Así nos aseguramos de que la masa no se deforma.
  17. Pasados esos 10 minutos, sacamos del horno y añadimos el relleno que tenemos reservado repartiéndolo por toda la superficie.
  18. Volvemos a hornear durante 40 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar con un cuchillo salga limpio, lo que significará que el huevo está cuajado y nuestra quiche Lorraine lista.

Presentación:

Desmolda tu tarta salada y colócala sobre un bonito plato, una bandeja o una pizarra. La quiche Lorraine se puede tomar tibia o fría, de las dos formas está deliciosa. ¡A disfrutar!