Para este postre, un clásico delicioso, elige peras que no estén demasiado maduras, que aguanten bien la cocción y nos queden firmen. Si al tocarlas con el dedo, ves que este se hunde, descarta la fruta. Haz la receta con antelación, para que puedas refrigerarlas, al menos, un par de horas y estén aún más ricas.
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