Esta ensalada de remolacha con queso feta, vinagreta de miel y un toque crujiente es el mejor ejemplo de cómo una ensalada puede ser un plato saciante y con personalidad propia. Aprovecha las remolachas frescas cuando están en temporada y pruébalas asadas, como en esta ensalada ¡verás qué diferencia de sabor!.
Sopa de pollo, pasta y verduras, receta reconstituyentePor Susana Baticón