Los huevos benedict o huevos benedictine nacieron como remedio contra la resaca, aunque su autoría está disputada. La explicación más extendida apunta a que fue el famoso broker de Wall Street, Lemuel Benedict, quien-tras una noche de juerga- pidió una tostada con huevos escalfados, bacón y salsa holandesa para desayunar en el restaurante del hotel Waldorf Astoria. El maître incorporó la receta a la carta con el nombre del cliente.
Magdalenas caseras: la receta más fácilPor Susana Baticón