Pizza con base de brócoli

1. Comenzaremos por preparar la base. Para ello tritura el brócoli en el robot de cocina y ralla el queso. El brócoli debe quedar con una textura similar al del cuscús.
2. Ralla el queso.
3. Aplasta con un tenedor el aguacate pelado hasta formar una pasta. No lo tritures en el robot de cocina ni con la batidora, pues nos interesa que tenga un poco de textura y no sea una crema fina.
4. Pon el brócoli rallado, el aguacate y el queso en un bol y añade el huevo batido. Adereza con sal, pimienta negra recién molida y orégano y mezcla todo bien hasta amalgamar una masa.
5. Coloca un papel de horno sobre la encimera y pon la masa encima. Cubre con otro papel de horno y ve aplastando la masa con la ayuda de un rodillo hasta dejarla del grosor deseado, que va en función de gustos. Puedes dejarla bien finita o un poco más gruesa. Retira el papel superior. Un truco para darle la forma perfecta de una pizza redonda es emplear un molde de tarta desmontable redondo para cortar la masa. Tampoco pasa nada si tu pizza queda con una forma irregular, o incluso si la haces cuadrada.
6. Pon el papel de horno con la base de pizza sobre la bandeja y métela en el horno, que ya debe estar caliente, a 220°C y hornea durante 17 minutos.

1. Una vez que saques del horno tu base de brócoli, ya puedes poner los ingredientes por encima. Comienza con el queso mozzarella rallado, sin llegar a los bordes.
2. Añade después la cebolla partida en juliana fina, el champiñón laminado y las rodajas de salami.
3. Vuelve a meter en el horno y hornea de nuevo, a 220°C con calor arriba y abajo durante otros 12 o 14 minutos.

Sirve tu pizza con base de brócoli inmediatamente y adorna con unas hojitas de cilantro por encima. ¡A disfrutar!