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El cóctel Manhattan, el más clásico, sobrio y elegante de entre todos los cócteles de whisky, como lo es el skyline de la ciudad a la homenajea. Es ideal para tomar como aperitivo antes de una contundente comida o cena navideña.
Servimos el cóctel Manhattan en una copa de cóctel, sin hielo y adornamos con dos o tres pequeños triangulitos de naranja. Ponemos una hojita de hierbabuena en cada copa (se puede sustituir también por una guinda). ¡A brindar con este cóctel como si estuviéramos junto al gran árbol del Rockefeller Center de la Gran Manzana!
