El erizo de mar al natural es como más rico está, pero también se puede cocinar de varias maneras. Su sabor es intenso, hay quien lo define como yodado y tiene una textura suave y cremosa. Es ideal en recetas como esta: lo pondremos crudo sobre un puré de manzana asada a la sidra, y lo serviremos dentro de su propio espinoso caparazón. ¡Un aperitivo de 10!
Gambones al horno, receta fácil y para todos los bolsillosPor Susana Baticón