Se cree que este bizcocho surgió como una forma de aprovechar las zanahorias sobrantes. Esta hortaliza, rica en azúcar y agua, aporta humedad y una parte de azúcar natural a cualquier receta. Con ella y otros sencillos ingredientes haremos este bizcocho, que es perfecto para tomar en el desayuno o en la merienda. A la fórmula original, se le pueden añadir frutos y/o frutas secas, diferentes especias, hierbas aromáticas, etc.
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Varios consejos para hacer el bizcocho perfecto
- Lo ideal es que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.
- Puedes usar como grasa tanto aceite como mantequilla. Si te decides por esta última, la tienes que añadir derretida.
- Es imprescindible precalentar el horno 10 minutos antes de introducir el bizcocho.
- Engrasa y enharina el molde, o cúbrelo con papel de hornear, antes de volcar la masa.
- Tamiza tanto la harina como la levadura en polvo, para conseguir un resultado más esponjoso al airearse la mezcla.
- Y utiliza varillas para conseguir el mismo efecto de esponjosidad.
- Echa un pellizco de sal a la masa, porque contribuirá a potenciar el sabor final del bizcocho.
- Coloca el molde a una altura media dentro del horno, para que se cocine bien tanto por arriba como por abajo y por el interior.
- No abras el horno durante la cocción para que el bizcocho no se baje.
- Deja el bizcocho cinco minutos en el horno apagado. Cuando lo saques, espera otros cinco minutos y desmóldalo.
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