Plato icónico del recetario madrileño más tradicional, esta receta hace las delicias de los amantes de la casquería. Es cierto que su textura gelatinosa no convence a todo el mundo, pero a quienes les gusta... ¡les encanta! Si estás en este segundo grupo... ¡anímate a preparar este clásico de los fogones de Madrid!